Tiene pocas calorías
Como se decía anteriormente, el contenido calórico del pescado es bajo. Unas 80 Kcal por cada 100 gramos en los magros y hasta 200 Kcal en los grasos o azules. Es preciso tener cuidado porque según la manera en que se prepare esto aumentará.
Un ejemplo muy frecuente es el del filete de merluza cuando se empana con harina y se fríe. Entonces, se prefiere prepararlo al horno, a la plancha o al vapor. Los pescados azules también se suelen hacer asados.
Ofrece nutrientes para el crecimiento
Es por ello que se indica para las embarazadas, los lactantes y los niños pequeños. El contenido de proteínas del pescado ronda un 20 %, aunque los azules y los crustáceos tienen más.
Y lo mejor de todo es que son de alto valor biológico (tiene todos los aminoácidos esenciales). Por lo tanto, aporta lo que ciertas etapas requieren. No olvides alternar con legumbres, cereales, frutos secos, huevos y lácteos.
Proporciona calcio
El pescado con espina (que también se come), como las sardinas o las anchoas, es una gran fuente de calcio. Por ello, ayuda en la formación de los dientes, a cuidar la salud ósea y en la contracción de los músculos. También sirve para coagular la sangre y evitar enfermedades tales como la osteoporosis.
De todos modos, para garantizar una adecuada salud ósea no basta solo con consumir este mineral. Según un estudio publicado en Histochemistry and Cell Biology, los niveles de vitamina D han de ser óptimos.
Presenta yodo
Tanto el pescado como los mariscos son una alternativa para reducir los déficits de yodo, que pueden causar, por ejemplo, enfermedades de tiroides y bocio. Así lo evidencia una investigación publicada en Minerva Medica.
A su vez, este nutriente es esencial durante la gestación, amamantamiento y crecimiento del bebé en los primeros meses de vida. Las especies que más yodo tienen son el salmonete, el salmón, el bacalao, los mejillones, el atún y el bonito.
Previene enfermedades
Otro de los beneficios de comer pescado es que tiene una gran cantidad de vitaminas, sobre todo del grupo B (1, 2, 3, 12), A y D y en menor medida E. Todas ellas son un factor primordial para proteger al organismo de ciertas enfermedades, sobre todo las degenerativas, tales como el cáncer o la arterosclerosis.
Asimismo, favorecen la absorción de calcio y fosfato en los intestinos y estimulan al riñón a hacer lo mismo.
Protege corazón y arterias
El pescado contiene ácidos grasos poliinsaturados, entre el 25 y el 50 % según la especie. Los Omega 3 y 6 que están presentes en este alimento ayudan a reducir el colesterol y, a la vez, a proteger la salud cardíaca y arterial. Se aconseja consumir pescado para evitar infartos de miocardio o accidentes cardiovasculares.
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